Elecciones

 

A PROPÓSITO DE LA ELECCIÓN PRESIDENCIAL QUE SE NOS AVECINA

A pocas semanas de que se decida definitivamente sobre quién será el nuevo presidente de Chile, siento el deber de exponer mis reflexiones y preocupaciones de viejo dirigente indígena y adelantar, sin vacilación, mi voto en favor de GABRIEL BORIC. Tengo diferencias con él, claro que si, quien no, como muchos en el país, pero no me separa con él un abismo de intolerancia. Cómo no tener diferencias, si se trata de política, o sea, de vivir en sociedad a pesar de esas diferencias; tenemos harto camino recorrido en este sentido. 

Eso es lo que me preocupa de que no sea GABRIEL BORIC quien sea el elegido en esta segunda vuelta. Porque la alternativa del otro candidato es una opción abierta y confesadamente extremista, que nos recuerda los más oscuros tiempos de plomo de nuestro país. Extremismo que esa opción no esconde: asegura que perseguirá a quienes no piensen como ellos y por todo el Continente. Eso ya lo vivimos, se llamó Operación Condor, y en esa operación murieron salvajemente muchos de nuestros compatriotas. Mataban chilenos sin consideración de fronteras. Muchos lo sufrimos en nuestras familias. Recuerden. Volver a vivir eso es una salvajada. Los indígenas que vivimos en esta República sabemos de lo que es capaz el racismo y la intolerancia, por mucho que ahora lo pretendan edulcorar en un programa oportunista y refrito. Lo sabemos con crudeza las comunidades magallánicas; antepasados nuestros fueron los que sufrieron el experimento del exterminio, crearon unidades especializadas para asesinar a nuestros ancianos con total impunidad, crearon campos de concentración donde muchos de los nuestros murieron desarraigados y olvidados en el campo de la Isla Dawson, diezmados a punta de enfermedades, hacinamiento y trabajos forzados. Experimento que luego se exportó a los horrores nazis de la Segunda Guerra Mundial y rebotaron nuevamente en la misma Isla Dawson luego del Golpe de 1973. Quiero que esos horrores queden atrás, que los chilenos y los indígenas que nos sentimos parte de esta República no permitamos que esta fatalidad crónica se repita, ahora en esa forma festiva en que se presenta el extremismo populista de derecha. 

Si algo hemos logrado estos años es ir aprendiendo a vivir juntos con nuestras diferencias, en un territorio compartido, aprendizaje que lamentablemente hemos ido también olvidando en un camino peligroso para los demócratas, sobre todo para los más débiles de este país. El extremismo de derecha se alimenta de los conflictos de los pobres y excluidos. Por eso, en esta hora crucial es urgente bajar nuestras banderas y unirnos bajo una sola, la de la unidad social y política de quienes somos partes de la República, que es la república de todos y no de un grupo extremista que se apropia de su nombre. 

Por eso, no escondo mi preferencia por GABRIEL BORIC e invito a otros más a ser parte de esta preferencia. En el intertanto, debemos mantener la templanza, no provocar ni caer en las provocaciones de la extrema derecha, no dejarnos engañar por los atentados de falsa bandera que puedan ocurrir en estos días. Mantener el espíritu de unidad democrática en la República, donde nadie de nosotros sobra, ni siquiera los que vuelven a amenazar nuestra convivencia.

JUAN CARLOS TONKO PATERITO
Dirigente indígena Kawésqar

Entradas populares de este blog

LA SUPREMACIA ECOLOGISTA POR SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS

INCUMPLIMIENTO DEL GOBIERNO REGIONAL DE MAGALLANES CON LA LOCALIDAD DE PUERTO EDEN

ODA A PUERTO EDÉN