CONFERENCIA DE JUAN CARLOS TONKO EN ACTIVIDADES PARALELAS AL 13º PERIODO DE SESION DEL FORO PERMANENTE SOBRE ASUNTOS INDIGENAS DE LAS NACIONES UNIDAS EN NEW YORK
EL PUEBLO KAWÉSQAR
LOS ÚLTIMOS CANOEROS DE LA PATAGONIA (CHILE)
Hoy nos agrupamos en una sola comunidad, establecida en el poblado de
Puerto Edén, en la ribera de la Isla Wellington, en el sur de Chile (49º 08’
20’’ S – 74º 27’ 10’’ W). Nuestro único medio de comunicación con los centros
urbanos de Chile es por vía marítima.
Nuestro poblado se encuentra ubicado en el Parque Bernardo O’Higgins,
el de mayor extensión del país, el que cuenta con una rica diversidad biológica, fuente de nuestra cultura. En sus
cercanías se haya el Campo Patagónico de Hielo Sur, la mayor reserva de agua dulce del hemisferio sur, después de
Antártica. Hacia el sudeste se encuentra la Reserva Nacional Torres del Paine,
uno de los principales atractivos
turísticos del Cono Sur sudamericano.
Los canales patagónicos son vías de aguas frías y salobres. Son fuente
de importantes recursos marinos, tanto de peces, moluscos, crustáceos y
mamíferos marinos, los cuales han servido desde tiempos inmemoriales para el
sustento de nuestro pueblo.
El pueblo canoero Kawésqar. De los cuatro pueblos originarios de la Patagonia, sólo han
sobrevivido dos. El pueblo Kawésqar, cuya comunidad se encuentra asentada en
Puerto Edén, y el pueblo Yagán, asentado en Puerto Williams. Como consecuencia
de la implantación de una economía ganadera en sus territorios, los pueblos
cazadores terrestres, Aonikenk y Selk’nam fueron exterminados en un
proceso vergonzoso plagado de crímenes.
Nuestras
culturas canoeras lograron encarar con algo más de éxito la irrupción de la
sociedad chilena, dada nuestra mayor dispersión geográfica, alta movilidad, y
por representar una competencia marginal con los intereses occidentales. Sin
Embargo, la política de sedentarización
desarrollada por las autoridades chilenas, así como la introducción de doctrinas y conceptos ético extraños a nuestras
comunidades, produjo el progresivo abandono de nuestras prácticas
tradicionales. Hoy día sólo sobrevive una
comunidad Kawésqar, la radicada en Puerto Edén, con 8 personas que
mantienen viva la cultura de nuestro pueblo.
Nuestra condición de pueblos ligados al
medio marino no es comprendida dentro de las políticas indígenas llevadas a
cabo por el Gobierno de Chile. La Legislación Indígena chilena tiene un fuerte
sesgo terrestre, careciendo de instrumentos efectivos de sostenimiento para los
pueblos originarios marítimos. Mientras se destinan importantes recursos a la
recuperación de tierras, no existen mecanismos paralelos que posibiliten la
ocupación efectiva de los espacios marinos y sus recursos. Más aún, la creciente
acuicultura industrial y el turismo amenaza con apropiarse de nuestros
espacios, los que sólo están protegidos hoy por su carácter de reserva natural.
Condiciones y medios de vida. La
comunidad Kawésqar de Puerto Edén vive en condiciones de extremo aislamiento. Esto acrecienta año a año nuestra pobreza material y la precariedad
socioeconómica y sociocultural de nuestros integrantes. Esto contrasta con el
hecho de vivir en un medio de alto atractivo en recursos naturales,
biodiversidad y posibilidades de generar iniciativas productivas y de
sostenibilidad cultural y ambiental.
Nuestras demandas pueden resumirse en las siguientes:
a) Afirmación de derechos: Sobre el
territorio ancestral, costero y terrestre y sus recursos; y sobre nuestras
producciones tradicionales y culturales, conforme a los compromisos de Chile
con la comunidad internacional.
b) Acceso efectivo a nuestros recursos: reconocimiento
de la particularidad marítima y terrestre de nuestra cultura y del uso de
nuestros recursos.
c) Acceso a tecnologías: derecho a
aprovechar los avances tecnológicos y adaptarlos a nuestras prácticas
ancestrales, garantizando el acceso a esos avances.
d) Formación de personas: aplicación
de programas consistentes con nuestra cultura para la capacitación y el
desarrollo de nuestra comunidad.