Documento presentado en el Seminario Internacional "Sistemas de participación y representación de los Pueblos Indígenas" Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Noviembre 24 y 25 de noviembre de 2009. Santiago.

Carolina Huenucoy H.
Comunidad Kawésqar de Puerto Edén
Consejo de Desarrollo Indígena de Magallanes

En las década del 90 los Gobiernos de la Concertación asumen la “deuda histórica” con los pueblos indígenas en Chile. Los conflictos con el pueblo mapuche, obliga en cierto modo a dar urgencia a la promulgación a la Ley Indígena 19.253, la cual no trata sobre los derechos indígenas, sino más bien sobre el Desarrollo de las Etnias Indígenas, en donde queda claramente reflejado en las compras de tierras para Comunidades e individuos indígenas.

Desde nuestra perspectiva y hablando desde nuestra experiencia, consideramos que esta Ley, responde más bien a la realidad y las necesidades del Pueblo Mapuche que no necesariamente representa la situación de los demás pueblos indígenas de Chile. En este punto, consideramos que las generalizaciones sobran en extremo, lo cual no sólo afecta la compresión hacia otros pueblos, sino también, cierra la discusión en un solo pueblo indígena lo que sin dudas imposibilita una apertura más necesaria en estos temas.

Desde la mirada regional, las políticas públicas orientadas a los pueblos indígenas de los Canales Australes se han centrado a partir del año 2000 a la fecha en trabajos y discusiones desde el Consejo de Desarrollo Indígena de Magallanes, instancia de participación política de las Comunidades y organizaciones indígenas. Este espacio de participación involucra además al Gobierno Regional y las respectivas secretarias regionales ministeriales. Como Secretaría Ejecutiva participan en este consejo la Secretaria Regional Ministerial de Planificación y Cooperación, y la Oficina de Asuntos indígenas de Punta Arenas.

A pesar de haber una instancia de participación, de planteamiento, discusión y solución, las demandas de los Pueblos indígenas en la Región no han tenido la recepción adecuada, puesto que no se promueve la autonomía política, cultural, económica y territorial del pueblo kawésqar, muy por el contrario se han anclado lógicas paternalistas que acrecienta la dependencia con el Gobierno Regional y el Estado. Puesto que todas las iniciativas que involucran a proyectos, ideas, planes y programas sobre asuntos indígenas de la región se han impuesto por un sistema que controla, vigila y condiciona a través de diversas instituciones de gobierno, anulando la capacidad de creación y ejecución de propuestas, además alimenta tensiones entre organizaciones, comunidades y autoridades regionales.

En el caso de los kawésqar de Puerto Edén el peso de la burocracia ha tenido un impacto negativo en las iniciativas de la comunidad, ya que frente a cualquier plan o proyecto se impone el control y vigilancia de instituciones que poco o nada saben de la realidad o necesidad que demandamos.

Por otra parte la defendida interdisciplinariedad institucional, a pesar de sus “buenas intenciones”, entorpece y amputa las iniciativas de la comunidad y lo que es peor, cuando no se participa de las interminables mesas de trabajo o del propio Consejo de Desarrollo, se nos acusa de no mostrar interés como si fuéramos menores de edad, incapaces de proponer y aplicar nuestras propias iniciativas. Creemos que la idea de incorporar más actores de gobierno y sus instituciones a los proyectos demandados por la comunidad ha fracasado, puesto que se ha instalado un sistema y estilo burocrático que produce altos costos y paupérrimos resultados.

La Política Indígena Re-Conocer- Pacto Social por la Multiculturalidad, ha constatado hasta la fecha la poca efectividad que el gobierno regional ha tenido. Tal es el caso esta en el programa de Becas y Residencia para Estudiantes Indígenas. La entrega de becas a través de este programa se ejecuta en estricto rigor de acuerdo al Reglamento de Asignación de Becas, quedando fuera estudiantes kawésqar de educación superior y en muchos casos estudiantes de educación media y básica, por no contar con los requisitos mínimos necesarios, sin importar que la población de estudiantes kawésqar es muy inferior en comparación a la cantidad de estudiantes de otros pueblos indígenas; la condición socioeconómica prioriza la postulación y, en el caso de estudiantes kawésqar de educación básica y media, el rendimiento académico es deficiente por no acceder a una educación de calidad. Los kawésqar de Puerto Edén han planteado a través del Consejo de Desarrollo y en otras instancia el cambio del Reglamento de Asignación de Becas por considerarlo excluyente en todo ámbito de proceso de postulación.
La política de restitución de tierras ha generado discusiones con distintas instituciones públicas y privadas de la Región, entendiendo que el territorio ancestral del pueblo kawésqar, demandado a través de la Política del Nuevo Trato, es desde el Golfo de Penas hasta la Península de Brecknock. Para el caso de la Comunidad Kawésqar de Puerto Edén, este se establece desde el Golfo de Penas hasta al Sur de la Isla Madre de Dios. Hay que considerar que este territorio ancestral fue declarado como Parque Nacional Bernardo O´Higgins y fragmentado por las Regiones XI y XII. Por otra parte, el Gobierno Regional en la actualidad esta trabajando en el proceso de Zonificación del Borde Costero de Magallanes y Antártica Chilena convocando en este proceso a los sectores públicos y privados, quienes visualizan el Borde Costero para el potencial desarrollo económico de la región sin importar nuestra importancia cultural, ancestral y territorial como pueblo indígena cazador nómada.

Actualmente la Comunidad Kawésqar de Puerto Edén esta reducida a 314 hectáreas de terreno dentro de un Parque Nacional de 3.524.648 hectáreas, declarado Área Silvestre Protegida. Además, la Corporación Nacional Forestal CONAF, entre el año 2009 y 2010 esta trabajando en el Plan de Manejo del Parque Bernardo O´Higgins, cuya finalidad es situarlo como polo importante en el desarrollo económico en la industria del turismo de intereses especiales. Los recursos naturales de pesca y caza están protegidos por leyes de conservación. Todos estos factores han provocado la disminución de la extracción de los recursos de caza, perdida violenta del idioma, en definitiva nuestros derechos más esenciales de sobrevivencia. Cuando hablamos de territorio ancestral, no hablamos de una simple migaja de tierra entregada por el estado, hablamos que el Estado debe y tiene que reparar, reconocer, valorizar nuestra condición de pueblo indígena cazador nómada, nuestros patrones culturales tradicionales de ocupación del espacio y nuestra relación con el entorno natural.

Uno de los grandes problemas que debemos enfrentar actualmente es su aislamiento. Puerto Edén es una caleta de pescadores situada en los Canales de la Patagonia Occidental. Esta ubicada a 600 kilómetros y a 24 horas de navegación de la ciudad más cercana, Puerto Natales. Es la zona más aislada del territorio chileno, donde el único medio de transporte es el marítimo, el cual tiene recorrido una vez por semana cuyo objetivo es el abastecimiento de esta localidad. Tomando en cuenta esta problemática, el programa de salud indígena no ha tenido la eficiencia y efectividad que se requiere para trabajar en conjunto con la comunidad kawésqar. Ha desconocido la importancia de ser el pilar fundamental del Pueblo Kawésqar y la representatividad de nuestros dirigentes. Este programa a priorizado el trabajo con organizaciones y comunidades urbanas, que en ciertos casos hemos sido incluidos en sus actividades sin ser consultados y/o informados. Para la comunidad kawésqar siempre a sido fundamental en mejorar la salud de sus miembros, sobre todo los más ancianos, quienes mantienen intacto todo el bagaje cultural de nuestro pueblo. La política del programa de salud indígena debe enmarcarse en las demandas de las comunidades, y no las comunidades adecuarse a ellas. La respuesta del servicio público encargado del tema ha sido indiferente, recomendando supeditar nuestras demandas al conducto regular del sistema de salud pública, sin dar respuesta ni solución satisfactoria.

La situación que enfrentamos actualmente los kawésqar de Puerto Edén es: nuestro extremo aislamiento, la pérdida paulatina de nuestra lengua y nuestras costumbres ancestrales, la discriminación por nuestro escaso número. Son algunos elementos que hacen aun más frágil nuestra situación, si consideramos actitudes centralistas que no hacen más que excluir, asegurando de esta manera que el Estado chileno siga negando, obviando y olvidando su responsabilidad en este proceso de extinción.
Es importante destacar que se ha definido lo más inmediato dentro de la realidad de la comunidad kawésqar. La educación, la revitalización de la lengua, la aprobación de territorios especiales son temas que no son prioridad en la actual administración, siendo visualizada como una reivindicación artística cultural, una prioridad salida de un museo o una foto antigua, acción que es impulsada por la gran mayoría de las organizaciones y comunidades con acceso más inmediato a los servicios públicos.
Consideramos que con la ratificación del Convenio 169 que se refiere entre otras cosas, que “los gobiernos deberán asumir la responsabilidad de desarrollar con la participación de los pueblos indígenas acciones coordinadas y sistemática con miras a proteger los de derechos de los pueblos indígenas y garantizar el respeto de su integridad; asegurar en pie de igualdad de los derechos y oportunidades que la legislación nacional otorga, garantizar plena la efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales, respetando la identidad social y cultural, costumbres y tradiciones, e instituciones; los servicios de salud deberán organizarse, en la medida de lo posible, a nivel comunitario, estos servicios deberán planificarse y administrarse en cooperación con los pueblos indígenas y tener en cuenta sus condiciones económicas, geográficas, sociales y culturales; los gobiernos deberán tomar medidas para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan; se deberá reconocerse a los pueblos indígenas el derecho de propiedad y de posesión sobre los territorios que tradicionalmente ocupan, además, se deberán tomar medidas para salvaguardar el derecho de los pueblos indígenas a utilizar los territorios que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades tradicionales y de subsistencia, a este respecto deberá prestarse particular atención a la situación de los pueblos nómadas”.

Las soluciones propuestas por el Convenio 169, ha atraído aristas en varios sectores de la sociedad. En el sector privado se abren los conflictos de interés económicos, priorizar los derechos de los pueblos indígenas por sobre los económicos de empresas mineras, forestales, ganaderas, industria del turismo, salmoneros, instituciones privadas de conservación y protección de la flora y fauna, entre otros, todos con respaldo del Estado, quien hasta la fecha no ha tenido la voluntad política de asumir los derechos de los pueblos indígenas.

Independiente de los problemas que se generen entre derecho internacional e intereses locales, es necesario hacer de este Convenio Internacional una herramienta de reconocimiento de derechos que progresivamente ha de ser unido a las legislaciones y normativas constitucionales. Esto va a depender gran parte de los esfuerzos y eficiencias de los pueblos indígenas, a fin que sea incorporado y reconocidos plenamente por la sociedad y el estado en su conjunto. Como pueblo kawésqar tenemos el desafío de no solo conquistar nuestros derechos fundamentales, sino además promover el quiebre de saberes que han tergiversado nuestra historia y realidad por décadas, las cuales constituyen hoy uno de los principales obstáculos en la ampliación de nuestros derechos consuetudinarios.

Pero los tiempos de espera, los esfuerzos por parte de los dirigentes para trabajar con mínimas condiciones en proyectos que a veces requieren de un alto conocimiento técnico, retrasan en este sentido muchos planes o programas que podrían ser la esperanza para evitar la perdida total de nuestra cultura.

Bibliografía

Actas de Sesiones Ordinarias del Consejo de Desarrollo Indígena. 2003 - Septiembre 2009.

Actas Mesas de Trabajo del Consejo de Desarrollo Indígena 2003 - Septiembre 2009.

Aguilera F. Oscar E. y José Tonko P. Geografía Kawésqar. Isla Kalau y Territorio Adyacente. Acervo Cultural Kawésqar vol. 1. 2009. Conadi XII-Fide XII.

Barrientos M. Diana P. Movilización indígena de la Patagonia austral. Kawésqar y Selk´nam. 1990-2006. Tesis para optar al grado de Magister en Estudios Latinoamericanos, 2009.

Actas del Seminario Regional de Santa Cruz de la Sierra. Pueblos Indígenas en Aislamiento voluntario y contacto inicial en la amazonia y el Gran Chaco. Noviembre 20-22. 2006.

Berraondo, Mikel. Coordinador. Pueblos Indígenas y derechos humanos. Instituto de Derechos Humanos. Universidad de Deusto. Bilbao. 2006.

Comunidad Kawésqar de Puerto Edén. Debate Nacional de los Pueblos Indígenas. Septiembre 10, 11 y 12. Puerto Edén. 2006.

Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes y su implementación en Chile. Programa de Promoción e información de los Derechos Indígenas de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena. Temuco. Marzo 2009.

Cuadra, Ximena. Conservación en Territorios Indígenas y el Convenio 169 de la OIT. http://www.observatorio.cl/opiniones/conservacion-en-territorios-indigenas-y-el-convenio-169-de-la-oit/

Delgado R., Ester. Informe sobre política pública y derechos políticos en la Región de Magallanes y Antártica Chilena. Secretaría Coordinadora, Consejo de Desarrollo Indígena de Magallanes. Oficina de Asuntos Indígenas de Punta Arenas. Julio, 2007.

El Mundo Indígena 2007, 2008 y 2009. IWGIA. Publicación del Grupo de Trabajo Sobre Asuntos Indígenas.

Tonko P., Juan Carlos. Extinción del Pueblo Kawésqar y la Ley Indígena chilena: de la inclusión a la exclusión. 2007.

Entradas populares de este blog

INCUMPLIMIENTO DEL GOBIERNO REGIONAL DE MAGALLANES CON LA LOCALIDAD DE PUERTO EDEN

LA SUPREMACIA ECOLOGISTA POR SOBRE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS

ODA A PUERTO EDÉN